Asentamientos nikkeis en Cuba


La inmigración japonesa es un fenómeno nacional, en el sentido de que los inmigrantes japoneses y sus descendientes se han concentrado en casi todas las provincias de Cuba. En el censo de 1998, llevado a cabo por el Comité Gestor de la Sociedad Cubano Japonesa, Guantánamo aparecía como la única provincia sin presencia japonesa. Sin embargo, esta distribución no es equitativa; por ejemplo, en la ciudad de La Habana hay más inmigrantes y descendientes que en las provincias de Santiago de Cuba, Granma y Holguín juntas. El municipio especial Isla de la Juventud y la provincia de Pinar del Río son dos de los asentamientos más numerosos de Cuba. A ellos les sigue, en orden decreciente, Camagüey,  Ciego de Ávila, Cienfuegos, Holguín, Santiago de Cuba, Santi Spíritus, Matanzas, Granma, Las Tunas y Villa Clara. Es importante destacar que esta imagen nacional de la migración japonesa no es 100% exacta, y se ha construido con información de 1998. En la actualidad se está llevando a cabo un nuevo censo, el cual ofrecerá datos más recientes sobre la distribución de la comunidad cubano-japonesa. 

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Nikkei Settlements in Cuba

Japanese immigration to Cuba is a national phenomenon, in the sense that Japanese immigrants and their descendants exist spread across the country.  Their presence covers almost all Cuban provinces, according to data from a census conducted in 1998 by the Cuban Japanese Society Organizing Committee.  The only exception, so far as the census reveals, is the furthest east province of Guantánamo.  This national settlement is not numerically even.  For instance, Havana City comprises more immigration that Santiago de Cuba, Granma and Holguín provinces combined.  Island of Youth municipality and Pinar del Río province stand out as some of the largest settlements of Japanese descendants in Cuba. Followed, in a decreasing order, by Camaguey, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Holguín, Santiago de Cuba, Santi Spíritus, Matanzas, Granma, Las Tunas and Villa Clara.  It is worth mentioning that this migratory appraisal is not 100% exact, and dates back to 1998.  A new census is currently being conducted, that will shed new light into the national reality of the Cuban-Japanese community.